Eso es lo que diría si fuera verdad, pero no lo es. Nunca nadie me ha preguntado algo así. De todas formas voy a responderlo porque hoy me apetece escribir acerca del talento.
"Sowick, ¿crees que valgo para diseñador de vídeo?".
Pues te reboto con dos preguntas (en plan "rebota rebota y en tu culo explota").
Pregunta 1: ¿Disfrutas viendo vídeos?
Y no me refiero a vídeos de gatitos o canciones tontas (I'm baking up, backing up 'cause my daddy taught me good!) sino a videoclips, cabeceras de programas o cortinillas (de ahora en adelante: "bumpers"), o incluso efectos especiales de alguna película o serie (¿alguien dijo Charmed?).
Y si disfrutas de la manera a la que me estoy refiriendo, cada vez que veas un vídeo te asaltarán una serie de preguntas y afirmaciones tales como:
-¿Cómo diantres habrá conseguido ese efecto?
-¿Es luz natural o artificial?
-¿Qué curvas de color tiene?
-¿Está hecho con chroma?
-¿Pero eso estaba ahí de verdad o lo han puesto con rastreadores de movimiento?
-¿El que ha editado esto es gay y soltero?
Y suponiendo que te haya gustado e impresionado el vídeo (solo entonces se aplica la última pregunta) buscas info sobre quién o qué productora ha realizado el vídeo en cuestión.
También puede ser que no te haya gustado, y entonces surge tu lado crítico y megalómano diciendo cosas como:
-Pues a ese movimiento le falta motion blur.
-¿No te han enseñado a usar las curvas de animación?
-Corazón, sabes que el chroma no está bien hecho, ¿verdad?
-Espero que no te hayan pagado por esa bazofia.
Esta imagen no tiene nada que ver.
Simplemente está aquí para aportar algo de chispum.
Resumiendo, realizarse todas esas preguntas y afirmaciones debe suponerte un placer casi agotador. Si es así, entonces ahora puedes decir que disfrutas viendo vídeos (de una manera diferente, por supuesto, a la que lo hace un usuario normal).
Pregunta 2: ¿Disfrutas haciendo vídeos?
Y no me refiero a coger el iPhone y grabar vídeos chorra en vertical. Me refiero a pasarte horas y horas y más horas trabajando en un único plano, probando mil curvas de color diferentes, efectos de cámara, movimientos... para al final decidir que ese plano no es suficientemente bueno como para llegar al montaje final.
Todo este proceso te debe desquiciar, pero a la vez te debe provocar un placer (también casi agotador) cada vez que ves en bucle infinito los 5 segundos de vídeo para los que llevas trabajando una semana.
¿Y cómo es posible que algo tan estúpido te provoque un placer así? Pues mira, yo qué sé. No veo ningún placer en entrenar para correr una maratón. Ni en entrenar ni en correrla luego. Y la gente se emociona cuando gana, cuando corre, incluso cuando entrena. Y a mí plin. Igual me da quedar primero que quedar último; en ninguna de las dos ocasiones disfruto. Pero cuando hago un vídeo y lo veo, y sé que hay gente que lo va a ver, y que algunos se quedarán boquiabiertos, aunque nadie sepa el trabajo que costó hacerlo, y que he conseguido hacer algo que de adolescente me parecía inalcanzable, pues me hace regurgitar de placer, oye.
Si a las dos preguntas respondes con SÍÍÍÍÍ (se requieren mínimo cinco íes) entonces SÍÍÍÍÍ, en principio vales para ser diseñador de vídeo. Solo te falta aprender a manejar los programas y desarrollar tu paciencia e imaginación.
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